Para Yolanda Domínguez (Madrid, 1977), el arte es motor de cambio, y el cambio pasa por la participación, y la participación genera comunidad. La comunidad somos nosotros, tú y yo. Y tú y yo podemos cambiar el mundo. He ahí por qué nos parece una de las artistas más interesantes del panorama actual. Imprescindible, vaya.
1. Nos gusta dar la palabra a quienes entrevistamos para que presenten su obra. Adelante, Yolanda.
¡Hola!, ¿qué tal? Soy una artista activista que desarrolla acciones participativas sobre conflictos sociales en las que el público es el protagonista. Mi trabajo consiste en crear experiencias que se insertan en la vida diaria con el objetivo de despertar la conciencia social y empoderar a las personas a través del arte.
2. ¿De cuál de tus proyectos estás más orgullosa? ¿Por qué?
La acción que más trascendencia social ha tenido fue “Registro” (2014), surgida a raíz del anteproyecto de la ley del aborto. Una vez más, otros querían decidir sobre el cuerpo de las mujeres. Se me ocurrió la idea de una acción simbólica para reclamar nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo: si nos tratan como objetos vamos a acudir al registro de la propiedad de bienes muebles a solicitar que somos nuestras propietarias y que nos lo certifiquen mediante un impreso. Lancé una llamada en mis redes sociales y envié indicaciones a unas 200 mujeres que me contactaron en distintas ciudades. El día 5 de febrero acudimos a los registros con esta propuesta pensando que nos echarían de allí a los dos minutos. Los registradores admitieron nuestros impresos apoyando nuestra reclamación y al día siguiente apareció en todos los medios de prensa nacional. Lo que en principio era una acción artística simbólica de un grupo de mujeres terminó convirtiéndose en un movimiento de protesta social a nivel nacional: durante todos los días del mes de febrero cientos de mujeres acudieron en sus ciudades a solicitar la propiedad de su cuerpo. Al principio me escribían para pedirme consejo, pero luego ya me enteraba por la prensa de nuevos grupos auto organizados que acudían a los registros sin saber ni siquiera de dónde provenía la iniciativa. Esto me parece más maravilloso todavía. La acción también trascendió a la prensa internacional y se realizó en otros países con el mismo conflicto como México.
Yolanda Domínguez. Registro
3. La ironía y la descontextualización son tus estrategias principales para generar una reacción. ¿Nos explicas cómo las aplicaste en alguno de tus proyectos y qué surgió a partir de ello?
Creo que una de las claves de mi trabajo es el humor. La risa es un código que une a las personas: si dos personas se ríen de lo mismo entonces están en el mismo lado. Además es muy liberadora. El concepto de feminismo a veces es percibido de una manera negativa y hay personas que no quieren saber nada de él. La desigualdad de género es uno de los mayores conflictos sociales de nuestro tiempo y es necesario combatirlo. Mis herramientas son el humor y la acción subversiva. Normalmente utilizo los mismos formatos que aquello que quiero criticar pero cambiando el contenido, una técnica muy asociada al culture jamming. Por ejemplo, en “I’m not just a body” utilizo el mismo soporte que utilizan los mass media: el cuerpo de las mujeres, pero para lanzar el mensaje contrario, “No soy sólo un cuerpo”.
4. En Niños vs. Moda (2015), pides a niños y niñas que describan lo que ven en las imágenes de algunas campañas de publicidad. Mientras que las modelos les parecen enfermas, “tienen hambre”, “se sienten solas”… los modelos hombres son descritos como felices y poderosos. Su mirada hace evidente la violencia y desigualdad de género que hay en el mundo (de la moda). Niños vs. Moda tuvo mucho impacto internacional. ¿Qué te parece que “la revista de moda y belleza más vendida en el mundo”, Elle, se hiciera también eco del proyecto? ¿Era uno de tus objetivos?
No era el objetivo principal pero es un triunfo estar allí. Creo que mi discurso es más eficiente si se difunde dentro de los canales que critica. Los mass media no son perjudiciales en sí mismos, son los contenidos los que afianzan estereotipos y perpetúan desigualdades, pero esto puede cambiar. Podemos generar otro tipo de imaginario, empezar a tratar al espectador como un ser inteligente y valorar el aporte social y cultural de los programas en lugar de buscar sólo el beneficio económico. La herramienta nunca es nociva, es el uso que se hace de ella lo que tiene consecuencias hacia un lado o hacia otro. El objetivo de mis acciones también es despertar a los consumidores, hacerles ver la otra cara de los mensajes con los que convivimos.
Yolanda Domínguez. Begging Chanel
5. El proyecto Poses (2011) cuenta con más de 1 millón de reproducciones en Youtube y, de hecho, hemos leído que tuvo consecuencias y resonancias posteriores en las que la idea de comunidad con la que trabajas aparece claramente. ¿Nos las cuentas?
“Poses” es el proyecto que más satisfacciones me ha dado por lo que he aprendido de él y todo lo que ha generado posteriormente (y sigue generando). Tras publicar el vídeo que se hizo viral en Youtube y fue difundido por medios de todo el mundo, empecé a recibir versiones de mujeres anónimas imitando las poses que encontraban en las revistas y pensé que ahí existía un potencial enorme: trabajar con la energía y la creatividad de otras personas. En 2012 lancé una convocatoria pública para reproducir una de las poses de la campaña de Chanel y recibí videos de mujeres de todo el mundo. Con ellos realicé “Pose Nº 5”. En 2013, creé la web www.strikethepose.org, una plataforma online para que mujeres y hombres pudieran subir poses que les parecieran absurdas y humillantes y parodiarlas con sus propias versiones. Una de las mejores cosas que me han sucedido con este trabajo es que las mismas plataformas que publican habitualmente esas imágenes (revistas, televisión…) también comparten el vídeo y creo que es ahí donde realmente es efectivo mi mensaje (el vídeo de “Poses” estuvo 10 semanas en el top ten de los mejores vídeos de moda del mundo al lado de marcas como Dior y Lanvin). Todos los días recibo emails de hombres y mujeres que quieren formar parte activa en mis acciones e incluso me envían temas o noticias que ven y cuestiones que desean plantear. Definitivamente, el público es protagonista de mi trabajo durante todo el proceso, yo soy una simple mediadora entre la idea y su ejecución.
Yolanda Domínguez. Pose #4
6. ¿Se puede vivir hoy en día del arte y específicamente del tipo de arte que haces, basado en la crítica y la performance?
Se puede vivir de todo lo que genera valor. Mis ingresos no provienen de la venta de objetos sino en forma de talleres, conferencias (uno de los cursos que imparto actualmente es una masterclass sobre ética de la imagen en centros educativos y agencias de publicidad). También colaboro escribiendo artículos con diversos medios y realizo trabajos específicos para organismos de carácter social, como Greenpeace o Médicos del Mundo. Algunos de mis vídeos están formando parte de programas educativos que es algo que también está remunerado. Creo que la clave está en diversificar, en pensar cómo puedes adaptar tu trabajo a distintos formatos. Hoy ya no creo que haya ningún artista joven que pueda vivir sólo de estar en una galería.
7. ¿Qué otras/os artistas contemporáneas/os te interesan? ¿Nos recomiendas además algunos blogs y revistas digitales de arte y activismo?
Me gusta mucho Vermibus, JR, The Yes Men, Alicia Framis, Tania Bruguera… Como lectura imprescindible recomiendo “El teatro del oprimido” de Augusto Boal, como blog de arte y activismo “Rebelart”.
Yolanda Domínguez. I’m not just a body
8. ¿En qué estás trabajando ahora? ¿Nos puedes adelantar algo?
Estoy haciendo un nuevo trabajo colaborativo fotográfico que también trata el tema de los estereotipos, el cuerpo y la moda. También estoy editando un libro sobre mi trabajo.
9. Si te dijeran que tienes todo lo que necesitas para hacer un proyecto (tiempo, dinero, materiales… lo que sea), ¿qué te gustaría hacer?
¡Me gustaría hacer cine! En un futuro no lo descarto. Creo que es necesario que haya mujeres creando imágenes y modificando el imaginario.
10. ¿Alguna pregunta que no te hayamos hecho y que te gustaría contestar?
Sí, por ejemplo: ¿Te gustaría visitar Argentina? Me encantaría porque nunca he estado allí.